Un nuevo estudio publicado por la Sociedad Geológica de
Estados Unidos revela que los incas decidieron construir Machu Picchu en un
lugar donde se encuentran varias fallas geológicas, según dio a conocer BBC
Mundo. Según el artículo publicado en el portal web de BBC Mundo, la imponencia
de Machu Picchu sigue intacta casi seis siglos después de su construcción, una
hazaña arquitectónica que podría ser aún mayor, según los resultados de la
mencionada investigación geológica.
Refiere que el sentido común diría que el lugar indicado
para levantar una ciudad sagrada, símbolo del poderío de un imperio, sería un
terreno plano y estable que ofreciera cimientos firmes. Sin embargo, la
investigación de la Sociedad Geológica de Estados Unidos da cuenta que se hizo
sobre fallas geológicas a propósito. "La ubicación de Machu Picchu no es
una coincidencia", dijo en un comunicado Rualdo Menegat, geólogo de la
Universidad Federal Rio Grande do Sul de Brasil y autor de la investigación.
¿Cómo llegó Menegat a esta conclusión y por qué cree que
explica la grandeza de Machu Picchu? En medio del Valle Sagrado de los Incas,
Machu Picchu se alza entre los Andes a una altura de 2,430 metros sobre el
nivel del mar. Y esa es una pregunta que siempre ha intrigado a los
investigadores: ¿por qué los incas construyeron esta joya arquitectónica en un
lugar casi inaccesible?
Para buscar pistas, Menegat utilizó imágenes satelitales
y mediciones en campo, con las cuales mapeó una densa red de fallas y fracturas
en el terreno sobre el cual se levantó la ciudad. Los datos de Menegat muestran
que estas fallas varían desde grietas en algunas piedras, hasta líneas de 175
kilómetros de largo que demarcan algunos de los valles de los ríos que rodena
la zona.
Varias de estas fracturas coinciden con las principales
fallas que dieron origen a las montañas de los Andes centrales durante los
pasados 8 millones de años. Algunas de las fallas van en sentido
noreste-suroeste y otras tienden a ir de noroeste a sureste, formando una X en
cuyo centro está Machu Picchu.
Los análisis de Menegat muestran que varios edificios,
escaleras y sectores urbanos de Machu Picchu, así como los campos de
agricultura que la rodean, se construyeron siguiendo la orientación de estas
fallas en X. "El diseño claramente refleja la matriz de fracturas que
subyace la ciudad", dice Menegat. Este patrón también se ha observado en
otras antiguas ciudades incas como Ollantaytambo, Pisac y Cusco.
ROCAS FRACTURADAS
Debido a las fallas, el terreno ofrecía a los incas
grandes cantidades de rocas fracturadas que se desplazaban luego de un
terremoto. Eso, según Menegat, les facilitó el trabajo, pues las piedras ya
estaban debilitadas y era más fácil tallarlas. Hoy en Machu Picchu se pueden
apreciar piedras que están encajadas de manera tan precisa que es imposible
insertar una tarjeta de crédito entre ellas.
Pero esa no fue la única ventaja que las fallas y las
fracturas le trajeron a los incas. Según Menegat, la red de fisuras también
sirvió como un suministro de agua. "Las fallas tectónicas del área
canalizaron agua de deshielo y agua de lluvia directamente hacia la
ciudadela", dice el geólogo.
En tiempos de lluvia, las fracturas servían para drenar
el lugar. Menegat explica que las fracturas preexistentes ahorraron esfuerzos
en la construcción de canales. Otros expertos en la cultura Inca sostienen que
la ubicación de Machu Picchu está relacionada con sus creencias religiosas, así
como la necesidad de ubicarse en una zona alta que los protegiera de enemigos
guerreros.
El gran centro administrativo, político y espiritual de
los incas aún guarda muchos misterios, pero para Menegat por lo menos hay uno
que ya está resuelto. "Machu Picchu nos muestra claramente que la
civilización inca era un imperio de rocas fracturadas", concluye el
geólogo.
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