El ministro del Interior, Carlos Morán, anunció la remoción del personal policial de la comisaría de Andahuaylas, región Apurímac, tras las denuncias de desaparición de dos niñas que después fueron halladas muertas.
Fue durante una reunión con el gobernador regional de Apurímac, Baltazar Lantarón, a quien también le informó que la Inspectoría General de la Policía Nacional investiga el caso para establecer eventuales responsabilidades en el personal policial que recibió las denuncias y si se cumplieron los protocolos para estos casos.
El ministro del Interior, Carlos Morán, informó que la Inspectoría General de la Policía Nacional investiga el caso de desaparición de dos niñas y su posterior asesinato para establecer eventuales responsabilidades en el personal policial que recibió las denuncias.
“Se debe seguir el debido proceso para ver quiénes tienen responsabilidad y estamos haciendo los cambios del personal”, remarcó el titular del sector Interior, al expresar su preocupación por lo ocurrido con ambas menores de 10 y 11 años.
Reafirmó, en ese sentido, la necesidad de determinar si hubo algún tipo de omisión de acto funcional, negligencia o deficiencia en la atención policial brindada al caso de las menores de iniciales M. L. B. y J. R. H. Al término de las pesquisas se podrá determinar, de ser el caso, qué infracciones se cometieron en la atención de este caso, a efectos de establecer el procedimiento administrativo disciplinario que corresponda.
En la cita, en la que también participó el comandante general de la PNP, general José Lavalle, se dejó en claro que la desaparición de menores de edad debe implicar la activación de alertas y mecanismos de respuesta inmediata, a fin de dar con su paradero lo antes posible.
ASESINO HABIA SALIDO DE CARCEL
Ayer se conocieron más detalles que complica la situación de los agentes policiales que actuaron con demasiada pasividad en el caso de las dos niñas secuestradas y luego asesinadas en Andahuaylas. Se preciso que el militar Michael Oscco Quispe (21), el 2013 fue sentenciado a seis años de internamiento por violar sexualmente a un niño de 9 años en Andahuaylas. Oscco Quispe, natural del distrito de Pacucha, ese entonces tenía 15 años y por tratarse de un menor de edad fue internado en el Centro Juvenil de Diagnóstico y Rehabilitación Marcavalle, en Cusco.
Durante su defensa dijo que había violado al niño junto a otros dos sujetos llamados “Danny” y “Pepe”, sin embargo, sus cómplices nunca fueron plenamente identificados, entendiéndose que se trataba de una coartada para evadir su responsabilidad.
Meses después debido a actos de indisciplina y otras faltas cometidas en el centro de rehabilitación del Cusco fue trasladado a “Maranguita”, en Lima, permaneciendo en ese lugar hasta el término de su sentencia que se cumplió el 25 de marzo de este año. 16 días después, exactamente el 10 de abril del 2019 se presenta como voluntario al Batallón de Infantería Motorizada N° 35 con sede en Andahuaylas. Según el Ejército Peruano, Oscco Quispe tras permanecer acuartelado hasta el 3 de mayo de este año, solicitó permiso a sus superiores aduciendo problemas de adaptación a la vida militar.
Poco después este recluta sería protagonista de uno de los episodios más tristes del pueblo andahuaylino al ser capturado por la Policía y confesar que violó y degolló a dos niñas de 10 y 11 años cuyas desapariciones fueron denunciadas por sus padres.
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